Textos del río



Foto: Araceli Merino




I

en el filo del hacha asoman
las patas cortas de la profundidad

una red de madera flota
y se sumerge
para tomar del agua
su respiración

de un cabello del río
penden los palafitos

peces de madera
con su ropa tendida

techos del río
donde se apoyan
los humos del hombre


II

no nacemos con el mismo agua que morimos

las hachas comen con sal
la confianza del árbol

ahora que perdimos la inocencia
sus valvas abiertas nos cubren

es preciso remontar
río arriba
el brillo del metal

el filo es nuestra carta de navegación

sólo la lluvia devuelve al agua
lo que es del agua


III

el río no crece con agua limpia

la noche
borra toda diferencia

estoy pensando en los cardos

de noche
todos los gatos son cardos

el cardo no hace sombra
rueda como un río
delante del hogar

pero el hogar es transitorio
somos del agua

nuestros afluentes van a dar
a la cuenca del ojo

un felino que se estira
entre el pasado y el sueño

ahora mismo
miro tu mano tirando cardos al fuego

todavía falta una eternidad
o varias
para llegar al delta

la tierra se ovilla en las manos del agua

los náufragos evitan los botes de la despedida
un río se devuelve como se encontró
lleno de gatos mojados

5 comentarios:

hugo dijo...

son las 12.30 del mediodía en Barcelona y aún nadie ha hecho el más mínimo comentario sobre estos poemas. ¿es que estuvieron afectados por la veda electoral? Se comenta por aquí que alguien fue a votar y por toda identidad dijo: "no nacemos con el mismo agua
que morimos"
¿es que el pasmo por la victoria de la extrema derecha neoliberal os ha dejado mudos?
descontextualicemos por ejemplo:
"las hachas comen con sal
la confianza del arbol" y ya
tendremos una respuesta para ir tirando.
Ya, pero prefiero hablar del encuentro de dos provisionalidades en dos versos: los palafitos, "los peces de madera" que tienen el vano afán de desafiar los riesgos del agua y la provisionalidad de lo cotidiano, con esa "ropa tendida", que no deja de ser una huella humana que revierte sobre la confianza en la madera. Más allá de los dos versos extaordinarios de "las hachas comen con sal...", creo que es interesante, volver al riesgo del agua con un verso que define todo el segundo poema."el filo es nuestra carta de navegación", pienso que funciona más allá del propio poema ¿quién osa afirmar que la brecha en que movemos esta vidita no tiene más límites que el filo del hacha? De alguna forma, si exigimos un poco el análisis, se encuentra una reafirmación en el tercer poema:"pero el hogar es transitorio/somos del agua". Y sin duda, los tres versos finales, con la épica imperfecta del gato mojado.

Y hasta aquí llego, por ahora,
no sin antes invitaros a todos los de "cero comentario" a visitar el blog de Araceli Merino, no olvidemos que "nuestros afluentes van a dar/ a la cuenca del ojo".

salut
hugo

Silvia Castro dijo...

eeeeeeeeeeeeeehhhh

qué malo!

mirá si van a estar mirando palafitos con la que se nos vino, con la que se nos viene, con la que se nos vendrá...

ni qué decir de las patas largas de la Hondura, mire...

gracias por tu ojo en el huracán, topo

Germán dijo...

Silvia:Formo parte del 0 comentario como dice Hugo no por no haber leido sino por haber quedado apabullado ante tan hermoso poema...no encuentro las palabras para conceptuar mis felicitaciones, se diluyeron en mis aguas.

maritza dijo...

memoro un bello libro que dice "sombra del agua en el agua..." "un espejo que se mira en un espejo..." "cómo será el agua que nos una?..."

Carlos Sandoval dijo...

"de noche
todos los gatos son cardos"- dijo la Silvia, che, y yo lo tomé como un recreo en la sobriedad del resto de los renglones.

Tomamos del agua que tomaron San Martin, García Lorca o Jesús porque la lluvia la devuelve a nuestras bocas.
Pero los gatos cardos de la noche me sacudieron mas que el agua, Ya le dije antes Silvia, hay dias que un solo renglón ya estoy hecho.