Epecuén / La Plata
(Abril de 2013, de regreso de lago Epecuén, luego
del diluvio platense)
1
Una fila de hombres porta
colchones sobre su cabeza.
Hacia adelante el agua vierte en
el vaso
su mitad invisible.
Los ojos se llenan de lo que no
son
ojos de perro que mira a su amo.
En la línea de flotación
ondula la goma espuma.
Al otro lado crece la lista de
nombres.
Al otro lado, ladran los perros
del portón del poeta.
Al otro lado, sólo las fauces del
reflejo.
2
Un perro se asoma al vaso
y duplica la cantidad de poesía.
Adónde van las ocho patas del
diluvio
trotando en las flores del bien
marchitas por la marcha.
Hubo una vez un camino
abierto entre lo seco y lo mojado
las dos orejas de la eternidad.
El ciclo del agua era sólo un triciclo.
3
Habrá que hacer de la muda de
ropa
un equipaje en que el tiempo se
detenga.
Por el cuerpo pueden subir
alimañas
con sus propias mudas
sus propios aparejos.
En tanto la pisada del agua deje
huella
poco podrá el hombre caminar.
4
El suburbio se calma con dos o
tres movimientos certeros
como ese colchón que ondula en tu
cabeza
o el velero que avanza por el
feriado puente
con las bolsas en los ojos.
En la bolsa negra se pone lo que
dice la Cruz Roja
en la verde, lo que dice
Greenpeace
en la transparente, la ballena
en la vacía, la revolución
en la marcha, peronistas.
En mi perro, subida a mi portón
estoy poniendo las flores.
5
Es tantálico dicen los académicos.
Tres señoras en la foto con malla
enteriza
comparten un gomón pintado de
violeta
la leyenda reza: “para el agua lo
que es del agua”
El agua es mi traje de baño
mi alimento no perecedero
mi parte-en-dos
y mi dedo menos.
Mi dedo menos tomó la foto
de lo que pasa y no refleja.
6
Cuando baja la luz
la parte negra de los muebles
resquebraja la mitad de las patas
de los perros.
Locas lunas de cemento
adornan el palier de los hoteles
termales.
Reposan sobre un papel secante:
- raíces de pinos decapitados
que llegaron caminando a tierra
firme,
- los perros enroscados de la
siesta al sol,
- la paradoja y su caja de
herramientas,
- un chasquido del paisaje entre
gaviotas
- turistas que buscan a sus hijos
para salir en la foto.
- los muertos que sólo conversan
con Julián.
7
Los perros se lamen para llenarse
de agua
pero hay partes del perro
a las que el perro no llega.
Para eso están los amos
que siempre flotan al ser
arrojados
y conducen el crucero del amor.
Los perros no acarrean palos de
hierro
sólo los amos juegan al golf
todos los perros van al pasto
y los orificios se llenan
con aire, agua, pelotas de golf
ladridos, caricias en el lomo del
agua.
Prohibido pisar al perro,
le está ladrando al portón de los
poetas.
8
Olisqueando el teatro de
operaciones
mueve la cola la luz o perro
blanco.
Asciende entre luciérnagas
invisibles a mediodía.
Su pie acaba de hundirse hasta la
carne misma.
Su pie es de barro ahora y el
hierro confunde la distancia
entre el mar muerto y su doble.
En el barro la derrota
es un puño cerrado, carne en el
barrote.
No es mar muerto quien pelea.
9
El agua es inocente
El pie pisa el acelerador.
El pie pisa el acelerador.
Agua con tierra agua con sal
agua con retratos agua con sol.
El pie aprieta el freno los
barrotes.
Un pequeño paso para la humanidad.
Para el pueblo lo que es del agua.
10
Una anguila de goma espuma
lejos de la orilla busca dueño.
Sobre las cabezas de los
voluntarios,
corcovea el colchón sin propiedad.
Perro extendido sin el collar del
sueño
tendido a lo largo y vuelto a
levantar.
11
Los colchones pueden respirar
fuera del agua.
Es sabido que las branquias de
Noé
salvaron a las bestias ondulantes
que gracias a su aliento primero
evitaron respirar
hasta bajar del arca.
Esponjosos
inasibles
apilables.
Fotos viejas del álbum de la apnea.
Esponjosos
inasibles
apilables.
Fotos viejas del álbum de la apnea.
11
No hubo ni habrá mejor olvido
que el de los objetos solubles en
el tiempo.
Las fotos, por ejemplo
se secan boca arriba como peces.
Así descansan
del esfuerzo de mantener con vida
lo que el perro se llevó.
La humedad prolonga la vida
vegetal
pero mata el recuerdo.
Los negativos se secan sin apoyar
colgados de una soga
sin tocarse unos con otros
y tomados de su broche.
Luna de cemento en escombros de hotel termal |