Verbum caro factum est[1]
Cuando el dedo apunta al cielo
el idiota mira al dedo
Anónimo
maestra normal
sepultada en el Cementerio de Recoleta
polaca
virgen
blanca y dura
está fuera del encuadre
su ausencia señala el rastro
de las primeras letras
el niño
sólo puede bajar la vista
la lengua muerta del libro
asciende desde la oscuridad
hasta sus ojos
estoy tomando una fotografía en latín
Emma duerme su sueño de mármol
pero su lengua no
la lengua madre
sale movida por la escasez de luz
bajo un diafragma
bajo dos
el blanco ayuda porque rebota luz
más luz que cualquier otro color
el niño se deja lamer
por la segunda lengua
de la segunda madre
Emma observa mi dedo con preocupación
se trata de su niño
el tiempo ha detenido
mi dedo en alto
las papilas gustativas de la luz
comienzan a unir la letra eme
con la letra a
una dulce cadena
en el sentido
de las agujas del reloj
miro la hora
ya es tarde
están por cerrar
la lengua se cierra sobre el niño
un espiral ascendente
lo cubre del frío
mamá
el niño repite
pero la lengua
no sale en la foto
la lengua queda
del otro lado de la reja
suenan las campanas de Nuestra Señora del Pilar
ya son las seis
me dice el de vigilancia
mater
repite el niño
y señala
con el dedo
la salida
[1] Verbum caro factum est/et habitavit in nobis/et vidimus gloriam eius/quasi unigeniti a Patre plenum gratiae et veritatis. Y el Verbo se hizo carne/y habitó entre nosotros/y vimos su gloria como del Unigénito/ lleno de gracia y de verdad.
Luciérnagas
“No sé, dice el doctor Holmberg,
que exista nada más hermoso en los límites de la fauna sudamericana.
El Isondú, nombre que en guaraní significa gusano de luz,
es, a no dudarlo, una verdadera maravilla
en el pequeño mundo entomológico.“
E. Correa Morales. Isondú. Lecturas variadas para escuelas comunes
Luis Ibarra vive en Constitución
pero nació en Misiones
de niño aprendió
las bondades del Isondú
mirá Luis
mirá la luz
le decía su abuela en guaraní
y el rostro de Luis se iluminaba
una noche de campamento
en la costanera
me enseñó a cazarlos
su mano pequeña
infalible
las guardaba en un frasco
hacele agujeritos
le advertí
mientras lo tapaba con fuerza
no hace falta
y sabe qué, seño?
usté va a aprender algo muy importante
pero lo va a aprender cuando salga el sol
no dormimos, claro
cada tanto iba a mirar el frasco
y también al niño
la luz permanecía encendida
en el interior
cuando amaneció
tomamos fotos del sol
saliendo del río
encandilados aún
corrimos a ver el frasco
ya no había luz
y tampoco quedaba un solo rastro
de las luciérnagas
coloqué la tapa en el lente de la cámara
no hace falta
le dije a Luis
el sol respira aún debajo del agua
Isondú
"Por nuestra parte, deseamos
que no se atribuya a vana pretensión el título de este libro,
pues si le hemos dado el nombre
de una joya de nuestra fauna, es porque
se trata de una modesta larva, esperando
que nuestro humilde gusano de luz ilumine,
aunque sea con fugitivos resplandores,
las inteligencias infantiles a las cuales está destinado."
E. Correa Morales. Isondú. Lecturas variadas para escuelas comunes. 1914
unos pasos hacia atrás
para verla
Emma y su cuerpo entero
junto a la portada del libro
ahora sí
dentro del encuadre
esta fotografía
no me pertenece
tampoco el índice
ahora todos bajamos la vista
el niño
Emma
el índice y yo
miramos el libro que nos convoca
en la página 65
la luciérnaga brilla
en manos de una niña
Mirá, Yassí
si Rorro viera este Isondú
cómo abriría los ojos
¿Por qué no me traes
a Rorro, enano?
el Yassí Yateré
sólo trae niñas a la selva
muñecas no
Lía yace en su camita de isipós
Rorro, unos metros más allá
¡Oh, adorable muñequita!
pálida de miedo
pero tenía el valor de señalar
con su manecita sin dedos
el camino rojo rubí
que llevaba al raptor
unos pasos se detienen
junto al enano
ha llegado la madre
con un frasco en la mano
hacele agujeritos
le dice el niño
que ya aprendió a leer
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