Otra Selva Fría



[...]


la empuñadura
talla la fatiga

aquello que da de comer
es el dibujo blando del radal

un tratado de mil hojas
para los días de lluvia






cintura que mana de una esponja
borrando huellas
en la Selva Fría

frio en los huecos del cayado

respiro

por el canal abierto de la caña

doy

con mi blanco
móvil

vuelvo



El lingüista José María Areta continúa traduciendo la Selva Fría, tomando fotografías en el invierno de Seúl:


Me llena siempre de una quietud que no es calma, sino tensión subyacente, como la imagen del castor que cita en otro lugar de su libro: rasguños, surcos, heridas todas. En resumen: pérdida y cicatrices del dolor. Si nos alejamos lo suficiente podemos perder las proporciones. Perdemos las sombras, la textura, los rasgos que definen lo específico: todo pasará a ser genérico, idealizado. La distancia idealiza, generaliza, borra. Borra, borra y borra. Luego hemos de completar los trazos como en los pasatiempos de enlazar puntos y descubrir figuras ocultas.

¿Lo suficiente?
Eso mismo.

José María Areta - Seúl, Corea. 2009

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