la mano del astrónomo cabe
en la cabeza de un alfiler
yo vivo del aire
la boca del astrónomo
me expande
y me contrae
como una lente
pule su vicio con la punta que sopla
soy
un brillo que suena en el vacío
una cualquiera de la gravedad
floto en mis redes
la soledad del hombre de ciencia
transforma el tiempo
en paso de baile
en la punta de un alfiler
se tejen medias tintas
el negro es el color de la traslación
errar es incoloro
y yo
soy
un cuerpo celeste
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