Daniel Gigena
Diario Perfil/Cultura
21/7/2019
Cuarto libro de poemas de Silvia Castro (1968), Puelches
ganó en 2018 un concurso de la Universidad Nacional de Río Negro, que convocaba
a participar a autores nacidos o residentes en Río Negro, con obras inéditas
que se involucraran en cuestiones humanas y sociales, transcurrieran en
territorio patagónico, y contribuyeran a debatir y construir sentidos acerca de
la vida, la cultura y la identidad regional. El título del libro alude a la
localidad de La Pampa, ubicada sobre la ruta 152, que había sido declarada, en
tiempos de dictadura, "centro geográfico del país". Atravesado por un
hilo del Río Salado y los vientos, rodeado de salinas, el "desierto
blanco" del paisaje protagoniza, junto con costureras, mecánicos,
conductores, caballos y cabras, este poema-pueblo.
También puede ser leído como un libro de imágenes con
escenas de viaje ("el tiempo pasa por el caucho/borrando huellas"),
del espacio ("la pampa/no puede respirar/fuera del agua") y de sus
pobladores. La escritura de Castro procede por desvíos: estrofas de dos o tres
versos cortos van avivando, por acumulación y suspenso, un crescendo que se
desboca. Como se lee en la primera de las cuatro secciones, referida a las
tareas de costura, "del revés se trabaja/lo que no regresa". En el
poema se vuelve al ruedo.
En un epílogo, la autora cuenta que Juan Carlos Bustriazo
Ortiz trabajó como telegrafista en Puelches. Allí conoció a la Rosa Puelche,
una maestra de la que enamoró y a la que le escribió poemas. La presencia del
poeta pampeano, traducida a la lengua callada de Castro, se revela como un
mensaje que la poesía transmite y transforma a través del tiempo:
"telegrafistas con hilos/por las ventanas entran y salen/las agujas de los
años".
No hay comentarios:
Publicar un comentario