imagen tomada de: Whom Gods Destroy, 1997 |
Silvia Castro - Todo está en el aire
(reseña en Antología Consultada y Comentada, Vol.II, "Las nuevas generaciones"
FER, 2014)
Silvia escribe. Escribe y provoca. Se necesitan más de dos lecturas
para entrar en “Dos corazones”. Corazón de hombre? .Corazón de caballo? de
Superman? de chocolate? corazón de mujer? de poeta?
Todo poema es una puerta que hay que empujar a fuerza de
lectura repetida.
Entreabriendo, empezamos a ver el mundo que la poeta nos
descubre.
El poema de Silvia Castro nos plantea desde sus primeras
líneas una inquietud.
Su escritura despliega un malabar que marea papel de
chocolate, Superman, centauros, locutores en la radio y un hombre que agoniza.
Se desvanece la primera mirada que tenemos sobre lo real,
tambalea el concepto racional que nos tranquiliza e irrumpe la otra realidad, la
oculta, la ignorada.
El cuerpo de este poema esta atravesado por una tensión
entre pares que se complementan, se mezclan y se separan y dan cuenta de la
paradoja de nuestro existir.
La palabra de la poeta golpea, repite y nos invita a
abandonar la comodidad de lo aparente.
Se vale para ello del numero dos en varias formas. Como
enumeración escribe: “no tengo un corazón en la mano/ tengo dos”, “es preciso ser
dos”, “lo que era cura/ era cruza de dos”, “silencio va con las dos”,”median/
dos criaturas”, “dos corazones/ requieren/ dos muertes”, “dos vértebras
cervicales”. Como duplicación remarca: “doble
vida”, “los lentes duplican/ la cantidad de patas”, “tu
doble identidad/ la protege” y también formando pares “hay un tubo de cristal/ entre
ella y el”, “no existe diferencia/ entre el/ y Kal El”, “una capsula que
tomaron/ hombre y caballo”, “sanos y salvos”, “un corazón a cada lado”,
“primero murió el héroe/ después, el hombre”, “respira un corazón/ y otro”.
Mezcla el mito de Orfeo con el mito de Superman y nos
muestra cómo seguimos estando a merced de ellos.
Su voz nos lleva a entrever un mundo que pasa inadvertido
para nuestros ojos habituados al zapping y al scroll.
Afirma “todo esta en el aire”. Ese aire que ella usa como
elemento donde todo se desarrolla, se vincula y se separa. Un organizador del espacio/tiempo
donde las dualidades/duplicaciones, mito/realidad, racionalidad/instinto,
hombre/héroe, hacen necesarios dos corazones para sobrellevarlo y un par
complementario con el caballo para que el hombre este acompañado. El centauro
es la débil síntesis que se
quiebra con la caída de Christopher, donde caballo y hombre
se rasgan, se quiebran la cerviz.
La muerte (impensable) de Superman se preanuncia en la
muerte de Reeve que de hombre de acero se transforma en un papelito metálico que
envuelve un corazón de chocolate.
Se pregunta y nos pregunta: “¿cuándo es real?” Desde Grecia
a New York los mitos nos envuelven, nos persiguen, nos acechan a partir de un
chocolate con un corazón en el logo y un locutor que difunde el poema
imposible: Superman ha muerto.
Y nos deja así, vacilando en un aire poblado de héroes y
dioses.
Gustavo Werffeli
Gustavo Werffeli (Santa Fe, 1958). Reside en San Carlos de
Bariloche desde 1988.
Sus poemas fueron incluídos en Marcas en el Tránsito (Último
Reino, 1995) . Es autor de Cuaderno Abierto,
(Último Reino,2001) y Jugar Jamaica ( Ediciones del Dock, 2011)
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